THE TRYFLES

The Tryfles, junto con The Bohemian Bedrocks y The Fuzztones, fueron los principales ejemplos, de grupos o bandas de la contracultura de aquella época, establecidos en Nueva York de un fenómeno que llegó a conocerse como el “Paisley Underground” (Ameba Clandestina).
Estaban compuestos por: Peter Stuart, voz, bajo y guitarra; Leysla Karpilov, coros guitarra mandolina, piano; John Fay coros, guitarras 6 y 12 cuerdas, armónica y Celia Farber, batería y percusión.
A principios de los 80, un sin fín de adolescentes, rebeldes y aburridos con la oferta musical que había, decidieron inspirarse en un montón de bandas añejas de los años 60 como The Standells, The Seeds, The 13 floor elevators, The Electric Prunes, The Chocolate Watch Band, The Shadows Of Knight o The Count Five entre otras muchas. Resultó que había un público para esto, una división casi pareja entre adolescentes y jóvenes de entre 15 y 20 y tantos años, ansiosos por vivir y experimentar un atisbo de la primera rebelión juvenil, como se reflejó en películas como «Wild In The Streets» o “Riot on Sunset Strip” y que iban en busca de un sentimiento de libertad del estilo a la que se consiguió en los años 60 y que en la década de 1980 era cada vez más estéril y deprimente. Muchos locales, garitos y clubs de la ciudad comenzaron a confiar en este tipo de bandas. The Tryfles eran un cuarteto de músicos y coleccionistas de discos, una especie de «freakies» a lo Canned Heat del revival psicodélico y punk, excepto que éstos eran más divertidos y flacos. Su repertorio era una mezcla de covers de The Shadows Of Knight, los primeros Stones o los Monkees… intercalados con originales. The Tryfles sonaban como una bomba de punk psicodélico además de ser muy creativos musicalmente (Stuart y Karpilov eran eruditos en la materia mucho más allá del punk y la psicodelia). Desafortunadamente, su álbum carecía de la emoción de sus actuaciones en vivo y el grupo se atascó a finales de los 80 cuando los miembros de la banda se interesaron en otro tipo de sonidos y marcharon en diferentes direcciones.
Peter Stuart todavía sigue en la música, después de haber fundado The Headless Horsemen, de los que ya hablamos y siguen en activo, llegó a tocar la guitarra con The Chocolate Watch Band. John Fay luego se unió a The Freaks y se metió de lleno en el Speed Metal, Ellen O’Neil se convirtió en un miembro de la banda de chicas Maneaters, y Leysla Karpilov dejó definitivamente el negocio de la música.

The Tryfles

El disco se abre con Bitter Heart; un rhythm and blues de muy alta calidad en el que se leen arpegios melódicos de guitarra. Un himno que mejoraron y dieron una vuelta de tuerca al acelerarlo sobremanera con The Headless Horsemen, donde también estará a posteriori Peter Stuart.
 Your Lies recuerda a unos Electric Prunes engrasados a la perfección con unas guitarras en una honda muy psych y sonidos que más tarde adoptarían The Chesterfield Kings y bandas posteriores. 
In the End continua por unos derroteros similares al anterior corte, con reminiscencias psych y guitarras de doce cuerdas. 
Yourself To Blame está impregnada de coros y echoes en las voces que hacen meterte en situación para lo que la letra de la canción narra.
 It´s All Wrong está repleta de gritos desgarradores que se entrelazan con melodías, coros intensos y profundos a la par que suenan guitarras abiertas. Garage revival 80s crudo.
 See No More cierra la primera cara con un blues atemporal que fácilmente podría haber sido firmada e incluida en un disco de Cream.
 Empieza la cara B con What a Way To Die que podría interpretarse como un tema comercial muy al estilo de The Monkees, bastante beat y con unas voces suavizadas. When I See That Guy levanta el vuelo del disco de nuevo, al acelerar las guitarras y elevar las voces.
 Le sigue Heads I Win otro corte rhythmnbluesero que mira más hacia el blues con tempos rápidos y voces teenagers que recuerdan a veces a  The Remains dirigida por linea de bajo muy contundente.
 No es el corte más siniestro del disco con un comienzo muy tenebroso, repleto de guitarras que marcan los tiempos con riffs (de repeticiones «totillo, totete») desde las sombras y acordes abiertos que parecen hechos con un clavicordio renacentista, dando rienda suelta al saber hacer de Leysla Karpirov con la mandolina. Lust es un rythm n blues de corte muy 60s con armónicas y una base rítmica que marca la calidad que desenvuelve gran parte del sonido del disco entero. Éste está grabado en directo y se prevée desde el primer intervalo entre canciones, ya que van anunciando uno a uno los comienzos de cada tema mientras se oyen voces durante casi toda la grabación. (Como si anduviesen dentro del local de ensayo o la pecera del estudio).

Aquí la banda tocando en directo el tema I Never Loved Her, original de los StarFires que también hicieron en castellano los valencianos Wau y Los Arrghs:

Aquí puedes escuchar el disco entero:

DISCOGRAFÍA:

The Tryfles – Sg 7” – (Had Enough of) Your Lies – Midnight Records – 1985
The Tryfles Lp 12” – The Tryfles – Midnight Records – 1986

 

THE HEADLESS HORSEMEN – CAN´T HELP BUT SHAKE

El nombre The Headless Horsemen hace referencia al jinete sin cabeza de la leyenda de Sleepy Hollow; un relato corto de terror de Washington Irving que pasó de ser una pequeña historia de terror, perteneciente a un libro de cuentos de fantasmas, a formar parte de la literatura, historia y folklore popular americano.

The Headless Horsemen se forman en septiembre de 1985 por Elan Portnoy e Ira Elliot, guitarrista y baterista respectivamente de The Fuzztones y Bohemian Bedrocks, y el bajista Peter Stuart, de The Tryfles (banda muy oscura de garaje pero con grabaciones de temas increíblemente potentes), todas baluartes de la escena garagera neoyorquina de los primeros 80. Más tarde se les uniría Chris Such a la guitarra e Ira dejaría la banda al poco tiempo para dar paso a Dave Ari a la batería. Pronto firmaron contrato con Resonance records (filial de Semaphore Rcds, que era un sello alemán) y editaron su primer largo, “Can´t Help But Shake”. Éste aparecería en Europa en 1987 y llegó a USA en 1989.
El disco contiene 12 canciones de garaje beat 60s enérgico que roza a veces el punk y endulzado en ocasiones. Todo esto alimentado por las referencias curriculares de los propios músicos y las bandas en las que aprendieron a dominar sus instrumentos para sacar esos sonidos primitivos. 
“Can´t Help But Shake”, título de la canción que abre el disco, es un himno para la juventud donde reivindican libertad, los fines de semana, el derecho y las ganas de desmelene, bailoteo y desconexión en contra de todo lo que no sea eso. Le sigue el cañonazo “Bitter Heart”, que aunque he escuchado esa versión por otras bandas, la suya es la mejor interpretada y más cañera y bailona, al mismo tiempo, de todas. De pronto bajamos revoluciones a un mágico “Just Yesterday” lleno de arpegios preciosistas que recuerdan a guitarras de 12 cuerdas en la honda Byrds e incluso recuerdan a grabaciones posteriores de los Chesterfield Kings de Rochester, sumando ambas caras para una misma moneda. Vuelven a meterte velocidad en el cuerpo con «Not Today», donde las guitarras se incendian y llenan de fuzz acompañadas por la harmónica. El disco lo finalizan magistralmente con un rockandroll high-class “Mojo Item” y lo cierran con  un «Cellar Dwellar” bastante diferente al que nos tenían acostumbrados con alguna de sus bandas anteriores.

headlesshorsemen
Ese mismo año editaron el 7” Can´t Help But Shake que serviría para llevarles muy lejos y catapultarles en varias ocasiones a girar fuera de su continente.
 The Headless Horsemen estuvieron girando por Europa los dos años siguientes con un show incendiario del que existen videos en los que muestran una calidad infranqueable musicalmente hablando, tocando un repertorio de canciones de garaje 60s. Siempre han mostrado estar muy influenciados por bandas como Flamin´Groovies, The Who, The Kinks o los Pretty Things entre muchos otros.
La banda dijo adiós a principios de los 90 para seguir con otros proyectos a los que se dedicarían a partir de entonces sus miembros, que no han cesado de seguir tocando. Elan Portnoy siguió grabando artefactos en bandas como The Roaring Numerals; Ira Elliot tocó el cielo y se consagró con la banda mundialmente conocida Nada Surf, en la que continua a día de hoy; Peter Stuart pasó a formar parte de The Headless Horseman en la misma línea de los que aquí hablamos, buscando sonidos más tenebrosos y de ultratumba, que recuerdan a veces a bandas sonoras de películas de espíritus y fantasmas. 
Chris Such ha mantenido viva siempre la banda y aunque muchas veces tocan sin Elan, lo hacen bajo el nombre de Chris Such and The Savages.
Se reunirían más tarde, ya en este siglo, para anunciar su 30 aniversario del que a menudo hacen shows y a los que invitan a artistas que les acompañan de la talla de Roy Looney (The Flaming Groovies), Hilton Valentine (The Animals) o Billy Gibbons (The Moving Sidewalks y ZZ Top).
En estos años han hecho alguna sesión de grabaciones y sacado temas nuevos adelante. Nos hemos puesto en contacto con ellos que nos han hecho llegar noticias muy buenas, y es que han grabado algo que en poco tiempo aparecerá plastificado. Estaremos tremendamente atentos a su salida.



Discografía:


Can’t Help But Shake LP 12” – Resonance – 1987
Hotel Cadillac SG 7” – Resonance – 1987
I Can’t Help But Shake 7” – Resonance – 1987
Gotta Be Cool EP 12” – Resonance 1988
What I´d Say + The Del Hoyo – Flexi/Split 7” – Aishna (Ansia de color ´zine) 1989